Navidad 2015
DESDE EL CORAZÓN NACE TODO…
DESDE EL CORAZÓN NACE LA MISERICORDIA
En este tiempo fascinante de Adviento, este año tenemos un regalo muy especial: el Papa Francisco ha convocado el Jubileo Extraordinario de la Misericordia para que redescubramos el verdadero rostro del amor de Dios, nuestro Padre.
Dios es nuestro Padre, “papi”, Abba. No se nos olvide. Este es el gran mensaje revolucionario de la predicación de Jesús.
Sus entrañas son entrañas de misericordia y nos espera a cada uno de nosotros desde la aurora de los tiempos, a la puerta, con la mirada en el horizonte. Porque somos preciosos a sus ojos, como un hijo único. Él nos vela cuando descansamos y nos colma de cuidados cada nuevo amanecer. Abre sus manos y sus bendiciones se reparten por toda la tierra sin ruido alguno, sin que nos demos cuenta; intercepta los acontecimientos de nuestra historia para hacerse el encontradizo, para acompañarnos en nuestros quehaceres diarios y darnos fuerza en todos los contratiempos que nos aguardan…
Él, un día, decidió que todo eso no era suficiente; quiso llegar hasta el extremo más absoluto, y se vino a vivir como uno de nosotros… Se convirtió en la imagen pura de la ternura, ¡un bebé! Todo eso de manos de María. El ser más grande e inmenso se convirtió en el más pequeño e indefenso y se puso en nuestras manos por decisión propia. Y todo por amor.
En esta Navidad, respondamos a la llamada del Papa Francisco y seamos recipientes abiertos a la misericordia de Dios en el mundo, ¡tanto lo necesita! Despojémonos de cuanto nos separa de nuestro Padre querido. Abramos la puerta de nuestro corazón y busquemos su Presencia en nuestra jornada diaria, cada día, sin falta. Él nos aguarda. Volvamos nuestra mirada a su Rostro, a su Palabra y dejémonos sanar y renovar por aquél que es la fuente de la Vida. Sintámonos acompañados, como aquellos discípulos de Emaús, por la presencia del Maestro, de Jesús. Dejémonos modelar en sus manos hasta convertirnos en una pura transparencia de su ser. Que cada uno de nosotros se deje penetrar por la Gracia que purifica y se convierta en nuevo pesebre que acune la Luz. Hoy, ahora, el mundo clama por su Luz.
En este año de la Misericordia, y en esta Navidad, os invitamos a descubrir y experimentar en vuestras vidas un proceso de Conversión Permanente: la experiencia de “amar y sentirse amado” por Aquél que es Amor infinito. ¡Dejémonos sorprender por Dios! ¡Permitámosle nacer en nuestro corazón!
Os deseamos
¡Feliz Navidad!