Bilingüismo, limitaciones y logros

La situación ideal de adquisición de una lengua, como ocurre en el caso de la (LM o L1), no se da en el caso del aprendizaje de una lengua extranjera (L2), ya que el número de horas a las que sus hijos están expuestos al nuevo idioma nunca será el mismo, ni tampoco las condiciones de uso y necesidades comunicativas que se dan en su lengua nativa. No obstante, lo que se pretende con la implantación de este proyecto en el centro es aumentar ese número de horas de contacto con la lengua e intentar así procurar en lo posible una situación de uso diario del inglés con un fin concreto, estudiar algunas materias y llevarlo a cabo utilizando la lengua inglesa como herramienta de trabajo.

Podríamos hablar, por tanto, de una situación de “inmersión parcial” que aspira a un “semibilingüismo” o primeras fases de interiorización de la lengua que trata de imitar el proceso de adquisición de la lengua materna. Hablar de Bilingüismo sería demasiado atrevido, ya que no se dan esas condiciones ideales de inmersión total. Es muy importante saber que hay una gran diferencia entre un “bilingüe simultáneo” y un “bilingüe secuencial”. En el primer caso, el niño aprende dos lenguas a la vez desde su nacimiento, con lo cual, domina perfectamente las dos (tiene dos L1). En cambio, en el caso de un bilingüe secuencial o tardío, primero ha aprendido una lengua (su lengua materna, L1) y posteriormente empieza a incorporar un segundo idioma (L2 o lengua extranjera).

Las necesidades reales de comunicación en un caso y en otro son, obviamente, muy diferentes. Lo positivo de la puesta en marcha de este programa en el colegio es que se van a duplicar o triplicar las horas en las que los niños van a estar expuestos a la lengua inglesa, y esto, a largo plazo, va redundar en un mayor dominio y conocimiento de dicho idioma.